1. TRABAJO SOSTENIDO Y ARTICULADO CON LA FAMILIA Y LA COMUNIDAD
La relación familias-escuelas siempre ha encerrado
sentimientos encontrados, que para algunos resultan
intrínsecos. Es una relación compleja, fuente de interrogantes, cuestionamientos, tensiones y conflictos latentes, que permiten abrirse a un juego de valoraciones
negativas, sospechosas y hasta amenazantes.
Pero la realidad también indica que familia
y escuela son puntales fundamentales del lazo social.
Como expresa Martiñá (2006), “la familia sigue siendo el mejor invento para garantizar la continuidad de
la vida y aun no ha podido ser reemplazada, salvo en
casos excepcionales”.
Que las sociedades pongan en el tapete el lugar
de la familia no es accidental, y responde a una necesidad, que se manifiesta por su “ausencia”.
Por otro lado, la escuela se configura como el espacio público por excelencia donde se construye de
manera más desinteresada, o mejor dicho más interesada en el otro; en este caso, el niño/a o joven
como un ciudadano crítico y protagónico.
Para Lucía Garay (2003) familia y escuela “son fundamentales para garantizar la salud física y psicológica
y la calidad de la formación de la población de un país”,
mucho más cuando se trata de las etapas iniciales del
desarrollo de un niño.
2. HABILIDADES PARENTALES EN LAS FAMILIAS Los padres y las madres difieren en el grado en el cual responden a las señales de los(as) niños(as) y
controlan sus comportamientos. El cuidado de alta calidad, se caracteriza por un enfoque receptivo,
cognitivamente estimulante y moderadamente controlado, lo cual es crucial para el desarrollo y la seguridad
infantil. De hecho, muchas de las habilidades que los(as) niños(as) adquieren durante los primeros años
dependen fundamentalmente de la calidad de sus interacciones parentales.
Por ejemplo, los padres y las
madres desempeñan un papel importante en fomentar el aprendizaje infantil temprano (por ejemplo, el
lenguaje y las habilidades de resolución de problemas) y en la configuración de sus habilidades socioemocionales (por ejemplo, regulación emocional, reactividad al estrés y autoestima). Además, influyen en el
desarrollo, el mantenimiento o el cese de los comportamientos positivos y/o negativos de sus hijos(as). La
calidad de la crianza durante los primeros años afecta a tres determinantes clave del éxito posterior en la
escuela: su potencial cognitivo, su habilidad social y su funcionamiento conductual. Cabe señalar, que teniendo
en cuenta el hecho de que las habilidades parentales pueden ser adquiridas y transmitidas de una generación
a otra, los esfuerzos continuos para mejorar la calidad del cuidado son importantes.
Contexto sociocultural
Las prácticas de crianza también están influenciadas por el contexto sociocultural, así teniendo en cuenta un
estilo de crianza democrático (niveles equilibrados de control y permisividad) que es de tipo normativo y que se
asocia con resultados positivos para los(as) niños(as) en las familias de clase media blanca, no prevalece la
misma asociación positiva en todos los contextos culturales y socioeconómicos. De hecho, un estilo de
crianza flexible/permisivo no es necesariamente óptimo para los(as) niños(as) que crecen en vecindarios de
alto riesgo, puesto que se pueden beneficiar de un estilo de crianza autoritario (altos niveles de control y bajos
niveles de permisividad), ya que tiene el potencial de reducir el riesgo de trayectorias de desarrollo negativo.
3. ROL EDUCADOR DE LA FAMILIA Y LA COMUNIDAD
La familia es el primer núcleo de socialización donde se desarrollan los menores: afectividad, aprendizajes funcionales, apertura al mundo serán los ejes fundamentales que han de permitir la construcción de la personalidad, la conciencia del
contexto y, en un futuro, la posibilidad de alcanzar la autonomía suficiente como
para formar el propio núcleo de relación.
El grupo familiar, aun teniendo buen conocimiento de las características de
los menores, tiene una visión más subjetiva y una mayor intensidad en las relaciones afectivas y emocionales. Por ello, a partir de un cierto momento, el proceso
educativo se deberá ampliar con una mayor relación social, lo que se lleva a cabo
en el centro educativo.
Las personas profesionales de la escuela tienen un conocimiento más amplio
de las conductas y proceso evolutivo, de las habilidades que es necesario adquirir,
así como de las diferentes formas de estimularlas, potenciando los beneficios de las
relaciones entre iguales (cooperación, imitación).
También se establecerán vínculos y relaciones emocionales y afectivas que
permitirán el aprendizaje de unas respuestas más plurales en función del contexto,
de los adultos y de las posibles circunstancias. De ahí los beneficios de compartir
la experiencia amplia que se ofrece.
En todas las etapas educativas es imprescindible la relación familia-escuela,
pero hay momentos (educación infantil, adolescencia) en que se debe poner un mayor énfasis en dicha relación a causa de la vulnerabilidad de los menores, tanto
en el ámbito cognitivo como en el emocional y social. Por ello es fundamental que
las pautas que guían las respuestas de los adultos en los dos ámbitos sean coherentes
a fi n de evitar una desorientación o un aprendizaje de estrategias para ver “cómo
burlar a los adultos”.
Nuestro análisis se centrará en la necesaria comunicación entre familia y centro educativo y la comunidad para poder reforzar las implicaciones de todos los
colectivos en esta tarea educativa de la población infantil y juvenil.
4. RELACIÓN ESCUELA, FAMILIA Y COMUNIDAD
Aspectos clave de la relación familia-escuela y
comunidad
El objetivo de dar respuesta a las necesidades educativas de la infancia y adolescencia parece un reto casi imposible si nos atenemos al discurso que a menudo se
oye en los medios de comunicación y en boca de cuantos, por un motivo u otro, dan
su opinión no siempre fundamentada.
Por ello es importante construir un modelo que
potencie la cooperación basado en las políticas de proximidad llevadas a cabo por los
gobiernos locales, quienes lideran esta reconversión de la responsabilidad educativa en
el marco de los principios de la carta de Ciudades Educadoras. Su orientación potencia la interacción y concibe la propia ciudad como agente educador; ultrapasando su
connotación de escenario donde pasan las cosas y de continente de recursos educativos.
El principio fundamental de este movimiento está en compartir la necesidad urgente
de integrar en una misma perspectiva la acción educativa de los distintos ámbitos y
agentes educativos a partir del diálogo y la colaboración, con el convencimiento de
que la tarea de educar precisa de la intervención de todos y cada uno de los agentes
y agencias del entorno y basados en la premisa que desde la proximidad se puede
aportar una respuesta más ajustada a las necesidades de la ciudadanía. Los ejes de
esta colaboración se centran en: la mutua confianza y la coordinación, y el consenso
y especificidad ante los criterios educativos.
5. PARTICIPACIÓN DE LA DISCUSIÓN SOBRE LA NATURALEZA Y CALIDAD DE LOS PROCESOS PEDAGÓGICOS
En los últimos años los países y organismos
internacionales buscan optimizar la calidad educativa.
El seminario taller de Análisis Prospectivo de la
Educación en América Latina y El Caribe, con la intervención de la UNESCO,
efectuado en Chile en el año 2017, abordo temas primordiales tales como:
- Los procesos pedagógicos
- Los escenarios de la práctica pedagógica
- Derecho a la calidad educativa
El conjunto de saberes, practicas, relaciones
intersubjetivas priorizan lo que debe ser los procesos pedagógicos, que suceden
con intervención de los agentes educativos ya sean estos escolarizados y no
escolarizados, cuyo fin es la de edificar un conocimiento, valores para la vida
con el fin de desarrollar competencias. Modificar los procesos pedagógicos,
conjetura de momento modificar sucesos complicados, lo que involucra una serie
de relaciones y elementos tales como: el afecto, la comunicación, el lenguaje,
ética aprendizaje y cultura, etc. Para un mejor entendimiento de los procesos
pedagógicos, se promueve la selección de estrategias y métodos para estructurar
cambios para lograr compromisos de los agentes educativos El contexto social,
económico, influye en la calidad educativa como también las tradiciones,
historia dentro del proceso educativo, las mismas que son regidas e
influenciadas por las políticas que cada gobierno implementa.
REFERENCIAS:
https://www.enciclopedia-infantes.com/sites/default/files/dossiers-complets/es/habilidades-parentales.pdf
https://naullibres.com/wp-content/uploads/2019/08/9788476427712_L33_23.pdf
https://www.igualdadycalidadcba.gov.ar/SIPEC-CBA/publicaciones/familia%20escuela.pdf
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